Transcurría el año de 1994 y el mundo como pocas veces vivía un sinnúmero de acontecimientos que solo hasta el día de hoy los podemos ver como hechos relevantes de nuestra historia. En Estados Unidos Bill Clinton era el primer presidente demócrata desde 1976, Web Crawler era el primer buscador web en ofrecer resultados con texto completo a partir de una palabras, “Nadie Googleaba”, en México se levantaba el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, el cine vio nacer a verdaderos clásicos como el Rey León o Forrest Gump y en la pantalla chica aparecieron 5 carismáticos personajes conocidos como “Friends”, sin contar que ese mismo año, en lo político el Tratado de Libre Comercio fue consolidado y en lo musical un incomprendido Kurt Cobain se quitaba la vida después de haber sido la voz de una generación. Pero ninguno de esos acontecimientos tendría sentido en este blog si no fuera porque en ese mismo año Colombia vio nacer a un Centenial por excelencia, así es, el 28 de enero de 1994 nació Maluma.
Sin embargo, quienes fuimos niños o adolescentes en 1994 recordamos otro tipo de cosas, como un Maradona separado del Mundial o las innumerables fiestas de nuestros padres quienes nos encerraban en el cuarto con un Super Nintendo mientras bailaban al son de las pegajosas melodías de Natusha, Miguel Molly y por supuesto el gran “One Hit Wonder” El Santo Cachón a cargo de la agrupación Los Embajadores Vallenatos. Y es ahí en donde podemos entender a los Centenials, porque ahora sabemos que sus primeros pasos no fueron escuchando a un Charly García rebelde por la Radio o a una Madona cuestionable en TV. Ellos vivieron en un ambiente en donde “dale tu cuerpo alegría Macarena” era parte de un discurso repetido que apelaba a la falta de interés por quien tienes junto a ti, los vimos como hermanos pequeños que debíamos cuidar y “educar”, pero… ¿Acaso fuimos nosotros quienes les enseñamos a usar Internet Explorer? ¿Fuimos nosotros quienes les enseñaron a prender su Smartphone?
Hoy nos quejamos por su alto impacto en el mundo, y no pensamos ni un minuto en que sin querer, nosotros no estuvimos en su crecimiento, ¿Por qué ellos deberían estar en nuestra “decadencia”?.
Una generación no es buena ni mala, es simplemente producto de los aciertos y errores de la anterior.
Influencers, Vlogers, Youtubers, etc. “the world is yours” y si el mundo está en su contra digan con orgullo ¡Somos hijos del Santo Cachón!
Byron Salazar
@byretos