La experiencia del usuario es, en muchas ocasiones, la gran olvidada de las empresas. Asumimos que cualquier contenido de una calidad medianamente decente es suficiente para satisfacer las necesidades de nuestros usuarios y clientes. Sin embargo, pocos tienen en cuenta que la forma en que se consuma ese contenido puede condicionar el éxito o el fracaso de nuestra estrategia de comunicación digital.
Emociones por encima de palabras
Maya Angelou definió uno de los textos que mejor explican la relevancia de la experiencia por encima del mensaje:
'La gente olvidará lo que digas. La gente olvidará lo que hagas. Pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir' por Maya Angelou
Nuestro único y verdadero objetivo como comunicadores digitales debería ser ofrecer una experiencia de usuario enriquecedora, agradable y satisfactoria que cale en la mente de los que nos leen, ven o compran.
¿Significa eso que el contenido no es importante? En absoluto. Ni el mejor de los envoltorios podría convertir un mal producto en algo que valiera la pena comprar. Se trata de buscar la asociación perfecta entre contenido, continente y contexto para arrancar una sonrisa, una reflexión o una acción a nuestro público.
La facilidad para navegar por el contenido, el cuidado apartado gráfico y la adecuada selección del medio de consumo son tres de los ejes sobre los que debería girar nuestro enfoque a user experience.
Navegación sencilla y clara, por favor
Nuestro contenido debe poder leerse, verse o escucharse con el menor número de clics posibles, evitar el scroll horizontal y ser, en la medida de lo posible, lo más conciso, directo y útil posible.
No digas con palabras lo que puedas decir con una imagen
Está comprobado que la información visual es comprendida y retenida con mucha mayor eficiencia que el mismo mensaje en formato texto. Todo lo que sea susceptible de ser explicado visualmente, debería tomar este camino para llegar al usuario.
La elección del medio, adaptarse o rebotar
Si nuestro producto es físico y atractivo (por ejemplo, tazas de café personalizadas), utilicemos redes sociales que potencien lo visual y la interacción entre usuarios para lanzar nuestras cápsulas. Adaptar el contenido al continente (medio) puede ser la más eficaz de nuestras estrategias, ya que irá acorde con la experiencia que la persona espera tener de la web o servicio que ya conoce.